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24 horas de Le Mans
Porsche 919 Hybrid

La brutal remontada del Porsche 919 Hybrid nº2 en Le Mans 2017

La última victoria de Porsche en la categoría LMP1 de las 24 Horas de Le Mans se materializó en la edición de 2017 tras una remontada de infarto del 919 Hybrid, pilotado por el trío Bernhard/Hartley/Bamber. Como saben, fue la última actuación hasta la fecha de Porsche en esta categoría y, tras tres triunfos consecutivos, dejaba el impresionante récord de victorias en 19.

Por otro lado, aquella edición de Le Mans batía también el récord negativo de número de coches participantes (5) en la categoría LMP1 tras la retirada de Audi. En 2018, como saben, Toyota y Alonso se han quedado solos en la categoría compitiendo contra los coches no híbridos de los equipos privados. La FIA tiene, obviamente, una asignatura pendiente con este tema por el bien de la competición.

Le Mans 2017 destacó también por ser la que más problemas de fiabilidad demostraron sus participantes, que protagonizaron múltiples abandonos a diferentes alturas de la carrera. Por este motivo, un prototipo de LMP2 estuvo a punto de imponerse en la clasificación absoluta si no llega a ser por la heroica actuación desde la retaguardia del Porsche 919 Hybrid nº 2.

Toyota partía, a priori, como favorita por sus prestaciones previas a la carrera, pero, al final, en una carrera de resistencia de 24 horas, ha quedado más que demostrado que la fiabilidad es el camino más seguro hacia la victoria. El equipo nipón tuvo más problemas durante el fin de de semana y acabó sucumbiendo ante la superioridad de Porsche.

Las 24 Horas de Le Mans 2017 fue una carrera casi por eliminación. Y no por accidentes precisamente, si no por pinchazos, fallas y averías en los sistemas de propulsión. Todos los coches favoritos tuvieron problemas, incluyendo a los dos oficiales LMP1 de Porsche.

Los tres vehículos oficiales LMP1 que sacó Toyota al ruedo no fueron suficientes. Ni siquiera la superioridad numérica les dio resultado. Fueros sufriendo paulatinamente reveses mecánicos muy graves.

Curiosamente fue la unidad nº 2 de Porsche la primera en tener problemas graves. A las tres horas del pistoletazo de salida, tuvo que entrar en boxes para cambiar la unidad eléctrica del motor que debía transmitir potencia al eje delantero. Esto le costó un total de 67 minutos sin rodar, casi 19 vueltas de distancia con la cabeza, lo que prácticamente le dejaba fuera de la carrera. Pero ya saben el lema por bandera de Porsche: ‘Never give up’ (Nunca te rindas). Y eso fue exactamente lo que hicieron, luchar hasta el final.

Mientras se ponía el sol, el Toyota nº 8 sufrió un problema similar, pero este tardó mucho más en volver a la pista y agotó prácticamente sus opciones con horas de tiempo perdido. Los otros dos tuvieron que abandonar poco después ante la imposibilidad para llegar a boxes: al nº 7 le sorprendió la falta de energía cuando lideraba plácidamente la carrera; y el nº 9 pinchó en medio de una vuelta y no consiguió terminarla.

Toyota se había quedado casi sin opciones de victoria, pero todavía había que llegar la meta. El Porsche nº1 se había quedado sólo y, cuando todo parecía indicar que se alzarían con los puntos dobles de la victoria, una avería en la presión del aceite, a tres horas del final de la prueba, hacía que el coche se parase sin posibilidad tampoco de llegar a boxes. La cara de André Lotterer, encargado de pilotar el 919 en las últimas horas, era un auténtico poema. La ventaja sobre el segundo en ese momento era de casi 20 vueltas.

El liderato pasaba entonces a ser del prototipo LMP2 del equipo Jackie Chan, con el Oreca Gibson pilotado por Oliver Jarvis, Ho Pin Tung y Thomas Laurent, que estupefactos veían cómo tenían serias opciones de protagonizar una victoria histórica.

Pero su sueño se esfumó muy pronto. El Porsche 919 nº2 había estado escalando posiciones, desde la 56 que ocupaba cuando salía de boxes, como una auténtica exhalación. Su diligencia no cesó en ningún momento y, 55 adelantamientos después, lograba ocupar la cabeza de carrera a falta de apenas una hora para la conclusión. Porsche había ejecutado una remontada sin precedentes en las 24 horas. La mayor remontada en la historia de esta carrera. Fue, sencillamente, brutal.

Para quien la quiera revivir, le dejamos el vídeo de la última hora. Y recuerda siempre como buen ‘porschista’: cuando todo el mundo espera que te rindas, tú no lo hagas jamás.

 

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