Para que Porsche haya llegado a ser lo que es hoy en día, una de las marcas de...
La inspiración de la gama Panamera Sport Turismo tiene un nombre: 928-4
Inspirado en un regalo de cumpleaños para Ferry Porsche, el Panamera es décadas después otro sueño cumplido nacido en Porsche.
Siempre hay una primera chispa que lo enciende todo. Un fuego, un amor y hasta un coche. La chispa que encendió la gama Panamera Sport Turismo se forjaba en los ochenta y se llamaba 928-4. Un prototipo creado como un regalo de cumpleaños para Ferry Porsche, que se convertiría en precursor del primer shooting brake de serie de Porsche.
Aunque el Porsche 928 nacía en 1977 y comenzaba a fabricarse en serie en 1978, el coche que inspiró la gama Panamera Sport Turismo llegaba años más tarde. El éxito de ventas del 928 fue incuestionable, especialmente después de que en el año 1978 se hiciera con el premio de Coche del Año en Europa, el único deportivo hasta la fecha que había ganado este galardón.
Con un diseño enfocado en la ligereza, la clave del Porsche 928 era combinar la comodidad de un turismo con la potencia de un deportivo de lujo. Pero como decíamos, no fue el 928 de 1978 el que inspiraría años más tarde al Panamera sino el Porsche 928 H50. Aunque el prototipo que surgió en 1984 llamado Porsche 928-4 sería la inspiración para una gama concreta de la berlina, el Panamera Sport Turismo.
Se le conocía también como Porsche 942, y tomaba un 928 S como base. Los faros delanteros dejaban de ser escamoteables en este prototipo creado como un regalo de cumpleaños para Ferry Porsche, y pasaban a ser fijos con proyección. Aunque la mayor diferencia con el 928 base no eran sus faros, sino el gesto hacia la berlina que más tarde se fabricaría bajo el nombre Panamera. Este prototipo de cuatro plazas útiles conseguía un espacio extra de 20 centímetros en la parte trasera, aumentando 25 centímetros la distancia entre ejes. Era el primer paso hacia esa soñada berlina.
En las líneas de la carrocería del Porsche 928-4 creado por el Centro de desarrollo Porsche de Weissach, es donde más diferencias encontramos. En su vista lateral ya se distingue perfectamente cómo la caída de la trasera del 928 se transforma en una forma más geométrica con un techo plano con una trasera que le convertían en un deportivo “shooting brake”. El interior y los asientos se tapizaron en un color verde que también acompañó el salpicadero en cuero verde, los paneles y hasta las lunas tintadas.
Para su motor, un V8 de 4.958 cm3 que entregaba 310 CV de potencia, capaz de alcanzar los 260 km/h de velocidad máxima y con un peso en vacío 1625 kg. Aunque el Porsche 928-4 se quedaría como un prototipo que jamás llegó a producción, y solo se fabricó uno como regalo de cumpleaños para Ferry Porsche que se le entregó el 19 de septiembre de 1984, una única unidad sirvió para encender esa chispa 30 años más tarde.
La inspiración para el primer shooting brake de serie de Porsche llegó con ese 928-4 que se vislumbra en la forma del Panamera Sport Turismo que se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2017.
Con una carrocería diferente a la del Panamera 4S, las líneas del Panamera Sport Turismo se caracterizan por el contorno del techo elevado y alargado y el portón trasero alargado, aunque conserva esa depurada línea, atlética y firme tan característica del Panamera. Con este diseño, al igual que ocurría con el 928-4, la entrada y la salida en la parte trasera del vehículo es mucho más sencilla, y se garantiza a los pasajeros un mayor espacio libre para la cabeza.
“Cuanto más visionaria es una idea al principio, más emocionante es al final", reza el eslogan del Porsche Panamera. Y la fabricación de una berlina deportiva en la que no renunciar a nada, fue justo así. Por eso valía la pena luchar y recuperar un prototipo que treinta años antes buscó esa idea visionaria para darle forma, aunque fuera en un único modelo que ahora descansa en el Museo Porsche.
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