Un homenaje convertido en leyenda

La GP Ice Race es un evento verdaderamente único que combina la pasión por el automovilismo con la belleza natural más salvaje de las montañas austriacas. Pero también es un tributo a la innovación y creatividad de los ingenieros y diseñadores de vehículos y un homenaje a uno de los más grandes: Ferdinand Porsche.

Skijöring es un término nacido en Escandinavia que significa "esquí arrastrado o remolcado", y es la semilla que después crecería y pasaría de tradición rural a deporte. En el invierno de 1952, algunos aficionados al automovilismo convirtieron lo que quince años antes había sido una fiesta popular en el lago helado Zell, en la primera Carrera Skijöring y homenaje a Ferdinand Porsche.

En esa primera edición, y tras un cambio de última hora por el tiempo que obligó a trasladar la carrera a tierra firme, se guardó un emotivo minuto de silencio por Ferdinand Porsche. Con 75 años, el fundador de Porsche fallecía el 30 de enero de 1951 en Stuttgart, pero fue enterrado en Zell am See y no existe un mejor homenaje para él que el rugir de los motores en su honor.

En la que se convirtió en la primera Ferdinand Porsche Memorial Race participaron equipos de skijöring sobre dos ruedas y dos esquíes, y pilotos en coches que llegaron a una velocidad media de 57 km/h en unas condiciones meteorológicas extremas. Un año más tarde la velocidad aumenta hasta los 97 km/h de Otto Mathé en una carrera en la que compitieron cuarenta y ocho participantes de Austria y Alemania.

En esa ocasión se dieron cita más coches que en la primera edición, especialmente del modelo de Porsche 356. Herbert Kaes, sobrino de Ferdinand Porsche, llega a ganar en la categoría de deportivos de hasta 1.500 c.c., aunque es Mathé quien acapara las miradas con su "Fetzenflieger", un vehículo de construcción propia en el que usó como base un Porsche y que manejaba con una sola mano después de un accidente de motocicleta que sufrió en el pasado.

Los años pasan y la carrera se sigue celebrando hasta los años setenta en el lago de Zell am See, aunque en ocasiones el escaso grosor de la capa de hielo que cubre el lago obliga a cancelarlas. Antes de la carrera de 1974 el conductor de un quitanieves se hunde después de que se quiebre el hielo bajo él y la tragedia obliga a que se suspendan definitivamente las carreras.

Casi 70 años más tarde de esa primera edición, en 2019, Ferdinand Porsche Jr. y Vinzenz Greger retoman esta carrera y ahora la GP Ice Race es un evento único en su clase que se lleva a cabo cada invierno en Zell am See. Una carrera con gran variedad de vehículos clásicos que iban desde un Porsche 356 hasta un Volkswagen Beetle, compitiendo en un espectacular circuito de hielo diseñado especialmente para la ocasión por el piloto de carreras local, Christian Schuberth.

El evento fue un gran éxito y atrajo a una multitud de entusiastas del automovilismo de toda Europa. Más de 130 pilotos de todo el mundo compitiendo en una variedad de categorías, desde autos clásicos hasta vehículos de rally modernos.

La segunda edición de la GP Ice Race tuvo lugar en febrero de 2020 y fue aún más grande y espectacular que la primera. La carrera contó con más de 170 pilotos, incluyendo varios nombres destacados del mundo del automovilismo, como Timo Bernhard, dos veces campeón de las 24 Horas de Le Mans. El circuito de hielo también fue mejorado y ampliado, lo que permitió a los pilotos alcanzar velocidades aún más altas en el hielo.Este 2023 ha tenido lugar la que, seguro, no será la última de las GP Ice Race. Una carrera que comenzó siendo un homenaje y que ya se ha convertido en leyenda.