Con el 917 haciendo historia parecía imposible que un nuevo coche de carreras pudiera...
El renacer de Moby Dick
“No ve el cielo negro y el mar encolerizado, no nota las tablas agitadas, y bien poco escucha ni atiende al lejano rumor de la poderosa ballena, que ya, con la boca abierta, surca el mar persiguiéndole.”
Moby Dick (1851) de Herman Melville
Con un motor biturbo bóxer de seis cilindros, una cilindrada de 3.211 cm³ y una potencia de 621 kW, el Porsche 935/78 del año 1978 se convirtió en el más potente de los 935 fabricados. Alcanzó la fama no solo por sus 845 poderosos caballos, sino por su flamante figura que coronaba en un gran alerón trasero.
Una ancha carrocería de cola larga que le valió para que le apodaran Moby Dick, como la famosa ballena de la novela de Herman Melville, una leyenda que el Capitán Ahab y el ballenero Peqoud perseguían de forma obsesiva. Una gran ballena blanca. Un animal salvaje incapaz de ser doblegado.
El Porsche 935/78 se distinguía del resto de 935 no solo por su aerodinámica sino por un bastidor modificado y el volante a la derecha. Para aumentar la estabilidad y la potencia se desarrolló un motor en el que mejoraba la refrigeración -con agua para las culatas y aire para los cilindros- y una nueva tecnología de cuatro válvulas.
Con una cuidadísima aerodinámica, este coche de competición surcaba el asfalto como la ballena surcaba las olas. Con maestría, velocidad y destreza, pero también con potencia, fuerza y mucho carácter. En las 24 Horas de Le Mans esta leyenda llegó a alcanzar los 366 km/h en la recta Mulsanne, sin duda movido por su ligero peso (apenas 1.025 kg) y la potencia de sus más de 800 CV. En esa carrera y a pesar de ser una máquina nacida para la competición los pilotos Manfred Schurti y Rolf Stommelen solo pudieron optar a un octavo puesto, aunque se hicieron con la victoria en las 6 Horas de Silverstone.
Y aunque breve, su paso por el motorsport no se olvidaría porque se convirtió en el nueveonce más potente de la historia. Tanto que años más tarde, en su cuarenta aniversario, Porsche decidió resucitar a la leyenda pero adaptándola a los nuevos tiempos. Un Porsche 935 moderno con base de GT2 RS que se presentó en septiembre de 2018 durante la Rennsport Reunion en el circuito de Laguna Seca en California.
Esta reinterpretación moderna del Moby Dick de Porsche es un animal salvaje para circuito que utiliza como base un poderoso Porsche 911 GT2 RS. Como el original 935/78 cuenta con un motor bóxer biturbo de seis cilindros, pero esta vez con 3.8 litros, 700 CV y transmisión automática PDK de siete marchas. Más peso que el original (1.380 kg frente a los 1.025 kg del Porsche 935/78), pero con control de estabilidad y tracción (desconectables) y ABS que aprovechaban las mejoras tecnológicas que traía consigo la ingeniería del nuevo siglo.
En cuanto a la carrocería esta versión moderna de un clásico contaba con paneles de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) pero la aerodinámica se rehizo por completo. Sus medidas: 4,87 metros de largo y 2,03 metros de ancho, y un alerón de 1,9 metros de ancho y 40 centímetros de profundidad.
Este nuevo modelo toma prestados más detalles de otros coches como las luces LED traseras del 919 Hybrid de Le Mans, los pasos de rueda y el volante del 911 GT3 R de carreras y los retrovisores del 911 RSR. Con jaula antivuelco y arneses de seis puntos en el asiento, está más que preparado para correr pero tiene una ligera diferencia con el Porsche 935/78 del año 1978, y es que esta vez cuenta con aire acondicionado.
La fabricación de este nuevo Moby Dick vestido con una librea inspirada en el famoso clásico se redujo a 77 unidades. Una mágica cifra que hacen de este Porsche 935 moderno una pieza de coleccionista y uno de los modelos más exclusivos de la marca. Una ballena blanca dispuesta a seguir rugiendo entre las olas, con la boca abierta y persiguiendo a sus víctimas en un mar, pero de asfalto.
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