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Porsche 911 Dakar, un deportivo capaz de devorar desiertos
El Rallye París-Dakar es la competición off-road más famosa del mundo. Las duras condiciones, el terreno desértico y las numerosas complicaciones que pueden surgir en este rallye son una prueba de fuego para cualquier coche, por muy preparado que esté. El de 1984 fue el primero que ganó Porsche y ahora, casi 40 años más tarde, llega a las carreteras un merecido homenaje a ese ganador con su nuevo 911 Dakar.
La sexta edición del Rallye París-Dakar que se celebró del 1 al 20 de enero de 1984 no fue la primera ocasión en la que se vió a un 911 demostrar su valía en todo tipo de terrenos. En 1967, por ejemplo, Vic Elford consiguió el tercer puesto en el RallyE de Montecarlo con un 911 S, y solo un año más tarde Porsche conseguía encadenar tres victorias en el Rallye Montecarlo en 1968, 1969, 1970, que se completaron con una cuarta en 1978 en manos de Jean-Pierre Nicolas.
Lejos de quedarse ahí, su historia en los rallyes continúa. En 1978 durante el Rallye Safari, Porsche se convirtió en el único equipo de la parrilla que finalizó la carrera con sus dos vehículos inscritos, dos Porsche 911 SC 3.0 que terminaron en segundo y cuarto lugar. El reto de sobrevivir a 5.000 kilómetros en las duras pistas fue más que superado. De los 72 que participaban, solo 13 cruzaron la línea de meta, dos de ellos Porsche.
Su decoración con los legendarios colores de Martini, se movía frenética en una durísima prueba que combinaba ríos, arena, dunas y rocas. Igual que una rosa puede ser bella y herirte con sus espinas, un 911 puede ser un deportivo y también un coche capaz de conquistar un desierto.
El vencedor del Rallye París-Dakar de 1984
Años más tarde, Porsche se decidió a ganar la prueba más dura en cuanto a rallyes se refiere, el París-Dakar. La competición con más de 14.000 kilómetros por los terrenos más complicados del planeta sería la encargada de que solo los mejores consiguieran cruzar la meta.
Peter Falk desarrolló en menos de un año el 911 Carrera 3.2 4x4 una versión todoterreno del icónico 911 que se convertiría en la estrella del París-Dakar de 1984. Bautizado como 953 y con René Metge al volante y Dominique Lemoyne como copiloto, este Porsche era un sueño que se fundía con la arena.
Partiendo de un Porsche 911 Carrera con un motor bóxer de seis cilindros y 3.2 litros, el modelo se ajustó y modificó con una compresión reducida para que la mala calidad del combustible en esa época no fuera un problema. El Porsche 953 llegaba a 225CV, pesaba 1.210 kilos y tenía dos tanques de combustible.
Soportar la dureza de este rallye era el objetivo, así que se incluyó un sistema de tracción total capaz de enviar el 69% de la fuerza al eje trasero y el 31% restante al eje anterior. Además, Porsche montó en el eje delantero un sistema de suspensión independiente con doble horquilla y doble amortiguador que alcanzaba un recorrido de 270 milímetros. El peso se redujo en puertas, techo, aletas delanteras y ventanas, al fabricarse en policarbonato. Todo ello, junto con las habilidades de los pilotos, hizo que este deportivo vestido con los colores de Rothmans hiciera mucho más que aguantar la prueba. La ganó.
911 Dakar, el homenaje a una leyenda del rallye
El homenaje a esa primera victoria absoluta de Porsche en el Rallye París-Dakar de 1984 ha llegado en la forma del 911 Dakar, un espectacular y exclusivo deportivo del que sólo se fabricarán 2.500 unidades y que parece pedir arena y barro con cada uno de sus detalles.
Con una altura libre al suelo que supera en 50 milímetros la de un 911 Carrera con suspensión deportiva, este 911 Dakar es capaz de aumentar otros 30 mm adicionales en los extremos delantero y trasero.
No solo es más alto, está preparado para conducir en las peores condiciones posibles y en los terrenos más difíciles. Una suspensión todoterreno con la que es capaz de alcanzar los 170 km/h, antes de bajar de forma automática para que la velocidad siga creciendo hasta los 240 km/h, la velocidad máxima que permiten sus neumáticos todoterreno Pirelli Scorpion All Terrain Plus desarrollados ex profeso para este deportivo.
Bajo el capó, un motor de seis cilindros biturbo y tres litros, 480 CV (353 kW) y un par máximo de 570 Nm, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. La caja de cambios PDK de ocho velocidades y la tracción integral Porsche se suman a las características de un coche tan dinámico en pista como en terrenos arenosos y resbaladizos.
El deportivo se ha completado con dos modos de conducción, el modo Rallye y el Offroad, además del nuevo Rallye Launch Control, capaz de conseguir una aceleración única en superficies con poco agarre. En la superficie, un alerón trasero de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) y la opción de que la carrocería vista el pack de Porsche Exclusive Manufaktur con acabado de dos tonos en blanco/azul Gentián metalizado y un logotipo de “Roughroads” (caminos en mal estado) en las puertas, que recuerda al ya mítico 953.
El nuevo 911 Dakar es un deportivo capaz de devorar desiertos y que parece reafirmar lo Ferry Porsche decía del 911, “el único coche que se puede conducir en un safari por África o en circuito de LeMans; se puede ir con él al teatro y después recorrer las calles de Nueva York”. El 911 no es un deportivo más, es la posibilidad de hacerlo todo y no renunciar a nada.
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