Angelique Kerber: una mujer de éxito

Angelique Kerber es una de las tenistas más destacadas del panorama deportivo en los últimos años. Ha sido la mujer más longeva en ocupar el puesto numero uno del ranking de la WTA a la edad de 28 años, tras la derrota en la final del Open de Australia de Serena Williams, número uno de la clasificación durante 186 semanas seguidas, en enero de 2016.

Algunos ya la conocen como la sucesora de Steffi Graff, única mujer alemana en lograr el primer puesto del ranking mundial hasta la fecha, que con tan solo 22 años ya había acumulado a sus espaldas 22 títulos en las competiciones más importantes a nivel mundial, era imbatible.

En sus 15 años de dedicación al tenis profesional, nada ni nadie ha podido lograr que Angelique Kerber se rinda, siendo a día de hoy la tenista mejor pagada del mundo según la revista ‘People with money’, con unos ingresos anuales de 75 millones de dólares, y ocupando actualmente el tercer puesto en la clasificación de la WTA, la Asociación Femenina de Tenis.



Desde que en el 2008 consiguiera su primera victoria en un partido de Grand Slam, los éxitos han ido en aumento, mostrándonos en estos últimos años su mejor repertorio que han visto recompensado todos estos duros años de trabajo. Diez títulos son los que la zurda alemana atesora a sus espaldas, y los que están por venir.

Kerber agradece su éxito a uno de los pilares fundamentales de su vida, su incondicional familia. Su madre Beata, su hermana Jessica y sus abuelos, han supuesto un gran apoyo a lo largo de su trayectoria profesional, sabiendo qué decir y cuándo para recargarle las pilas y hacerla imparable. En una de sus entrevistas afirmó que una de las cosas que más añoraba de estar en casa eran sus abuelos, con los que mantiene una relación muy estrecha, y en especial, las comidas de su abuela.

En su corazón no hay espacio para más amor que el que procesa por su familia y el tenis. La alemana afirma que ‘el amor no significa nada en el tenis, cero; solo significa que pierdes’. Por el momento, su única pasión es este deporte que tantas alegrías le ha traído, con el cual tiene una dedicación plena.

Además del apoyo de seres queridos, su entrenador Torben Beltz, ha estado a su lado gran parte de su carrera y ha conseguido, a través de transmitirle su pasión y su cariño, la confianza plena de la tenista para lograr situarla en la cumbre del tenis mundial femenino. El positivismo ha sido una de sus grandes bazas para conseguir sacar lo mejor de la alemana en cada uno de los sets.

Kerber, además de disciplinada con los entrenamientos que le marca su entrenador Beltz, lo es con la comida. No lleva un plan específico de alimentación, pero si intenta cumplir con unos hábitos saludables en su día a día y evita las tentaciones, aunque ella misma afirma que en ocasiones le es imposible no sucumbir al placer de los helados y los pancakes. Eso sí, después de una comilona siempre compensa con ejercicio, ya sea con salir a correr o yendo a nadar.

Los días tienen 24 horas y no todo en la vida de un deportista de élite va a ser entrenar, entrenar y entrenar, también hay momentos para las aficiones y seguro que te estarás preguntando, ¿cuáles son las de Angelique Kerber? La alemana es una apasionada de la lectura, principalmente del género de suspense aunque no le hace ascos a nada, por ello siempre lleva consigo un libro y aprovecha cualquier rato para evadirse de la realidad y dejar volar su imaginación sumergiéndose en las trepidantes historias de los protagonistas. En sus días libres, además de leer, le gusta levantarse pronto e ir a tomar café con los amigos o a ver un espectáculo, sus favoritos, los musicales. Ha asistido a decena de ellos, pero no se cansa de verlos. Da igual cual sea el plan, lo importante es disfrutar de un día divertido y en buena compañía.



Todos la hemos visto marcando puntos en la pista, pero ¿alguna vez te has imaginado cómo son esos momentos previos al partido? En el caso de la alemana, su truco mejor guardado para liberar tensiones es la música. Durante los minutos de concentración antes de salir a pelotear, Kerber se pone sus cascos y se sumerge en su propio mundo, desconecta de todo y se centra en su único objetivo, el partido. ¿Su música favorita? El R&B, aunque sus listas de reproducción incluyen un poco de todo, según afirma la propia Angelique.

Tras el ritual, sale dispuesta a comerse el mundo, siempre acompañada de su amuleto de la suerte, una pulsera que le regalaron sus abuelos hace años y que no se separa de ella durante los encuentros. Aunque admite no ser supersticiosa, este es un elemento que nunca falta en su muñeca o en su bolsa deportiva.
La raqueta, su herramienta de trabajo imprescindible, es otro de los elementos que siempre lleva consigo, ¿podrías adivinar cuántas lleva? Ni una, ni dos, ni tres… cinco son las raquetas que la acompañan en cada partido. Aunque la propia Kerber, admitió que no acostumbra a cambiar de raqueta durante los sets, reconoce que este hecho depende en gran medida de como se sienta en el terreno de juego. Así que como más vale ser precavida, mejor llevar consigo cinco por si acaso surge cualquier percance.

En la pista de tenis, destaca siempre por su actitud optimista, siempre con una sonrisa dibujada en la cara. Una de sus frases favoritas es ‘Nada es posible sin optimismo’, y así ella lo demuestra en cada aparición. No importa si va por debajo o por encima en el set, ella siempre se muestra serena y confiada ante su juego. Pero aunque este optimismo es innato, también afirma que gran parte de él se lo debe a sus fans, que sufren con ella, se alegran con ella y la siguen a donde haga falta para demostrarle su apoyo.

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