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Al ataque
El 911 se mueve tranquilamente hacia el principio de una curva en marcha atrás; tras un rápido giro del volante, cruza a toda velocidad el hielo con toda la fuerza del motor turbo en un giro perfecto. Una cosa está clara: todo excepto la tracción a las cuatro ruedas es un compromiso. Un artículo de invitado de Fabian Mechtel de la Porsche Ice Experience en Levi, Finlandia.
El avión apenas ha aterrizado en la pista cubierta de nieve y los motores se acaban de apagar cuando todo vuelve a estar tranquilo una vez más. La nieve, con un metro de altura, parece tragarse todos los ruidos dejando un completo silencio. Combinado con las extrañas esculturas de hielo, el sol, el viento y las no precisamente cálidas temperaturas nocturnas del paisaje árido del norte de Finlandia, este entorno parece casi irreal.
Esta sensación reaparece otra vez a la mañana siguiente cuando el 911 Carrera 4 GTS Azul Miami se desliza a través de una zona conocida como “Forest 7”. El circuito es una pista de carreras maravillosamente fluida y esculpida a través de un páramo rodeado de pinos.
Ayudado por Porsche Traction Management
En algún punto del ángulo de deriva de 45 grados, cuando sacudes el limitador del ángulo de dirección enérgicamente, todo se termina. Para asegurar que sus vehícuos no sólo giren mejor, sino también (y más importante) a una velocidad mucho más alta, Porsche ha invertido mucho tiempo y esfuezo en el diseño del sistema de tracción total PTM (Porsche Traction Management). Normalmente, el eje delantero prácticamente no hace ningún trabajo y sólo entra en juego cuando es necesario – por ejemplo, cuando hay demasiado deslizamiento en el eje trasero – por medio de un embrague activo multidisco para proporcionar propulsión.
Sin embargo, las reservas son mucho más importantes
Si el 911 entra en una curva demasiado cerrada o demasiado amplia, entonces simplemente corriges la dirección. Pero suavemente, girando el volante sólo un poco desde la posición central. Cuando la curva tuerce hacia adentro, la parte delantera se apoya en la pista, mientras que, cuando la curva tuerce hacia fuera, hay un mayor movimiento de barrido. Sin embargo, con el PTM, el ángulo se puede ajustar de manera casi exacta cuando es necesario, e incluso el radio de la deriva parece poder elegirse libremente.
Cuando el 911 da un tirón y necesita la ayuda de los clavos durante un cambio de dirección a plena potencia, también resulta útil, junto con un manejo suave, darle un poco menos de gas.
Si entiendes que sólo debes controlar el 911 con el acelerador y el freno, usando el volante únicamente para sugerir la dirección, entonces has hecho un gran avance.
La disciplina suprema: el 911 Turbo S
También tienes que haber entendido esto si realmente quieres saborear del todo lo más destacado de la experiencia: la pista “Handling 10” en el Porsche 911 Turbo S. Un canal de hielo perfectamente preparado que abarca más de dos kilómetros y que emana un dramatismo surrealista bajo el resplandor rojo de la puesta de sol.
Ya sea usando el freno para hacer una “sacudida escandinava” dinámica o simplemente usando de manera brusca toda la potencia del motor: puede hacer cualquier cosa, en cualquier momento. No hará falta mucho tiempo antes de que quieras tiempo simplemente para parar. Porque esta sensación espectacular no debería terminar nunca. Quizás es precisamente por esta razón que recibe el nombre de Porsche Experience. Porque es la mejor experiencia que puedes tener sobre cuatro ruedas.
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