La primera versión GTS llegaba en el año 1963 cuando Porsche, pensando en conseguir la...
Un viaje al pasado
Para nuestros autores invitados, Florian y Simon Roser, las dunas de Bjerregard representan uno de sus recuerdos de la infancia. En la carretera de Dinamarca, los “Roserbrothers” se disponen a redescubrir los restos de su pasado, excepto por el coche familiar, que ha sido cambiado por un 911 GTS.
Cada persona tiene un lugar que asocia con los recuerdos teñidos de rosa de las vacaciones de la infancia. Para nosotros, ese lugar es la costa occidental danesa, específicamente Bjerregard. Quince años después de nuestra última visita, ya era hora de emprender un viaje de vuelta a nuestro propio pasado.
Los tiempos han cambiado
En aquel entonces, toda la familia se apiñaba en un VW T3. Nosotros éramos los niños revoltosos de la parte de atrás, y nuestros padres iban delante. Y en medio, un montón de juguetes para una escapada relajante a las dunas danesas. Hoy sólo estamos los dos en un 911 GTS Cabriolet. Sólo hay espacio suficiente para nuestras pequeñas maletas, pero, a cambio, estamos disfrutando de un nuevo nivel de confort, deportividad máxima y, lo más importante, ausencia de techo.
Los Roserbrothers: Florian y Simon Roser (izquierda y derecha)
Nuestra llegada al Fiordo de Ringkøbing nos ofrece una sensación un poco extraña. No habíamos estado aquí desde hacía 15 años, y aún así conocemos perfectamente el camino. Donde la carretera sale de Nymindegab y deja al descubierto las vistas del fiordo, parece como si nunca nos hubiéramos ido. Incluso hoy, el mismo velero sigue balanceándose en un pequeño embarcadero entre los juncos – su color incluso coincide con el de nuestro Porsche.
Sin embargo, nuestro siguiente momento de redescubrimiento nos enseña que mucho ha cambiado aquí desde que pasamos de niños a adultos. Ulla, que solía ser una pequeña tienda, ya no está aquí. En su lugar, ahora hay una sucursal de una gran cadena. Y aún así, llegar aquí y recoger las llaves de nuestra pequeña casita de campo en las dunas nos sigue produciendo los mismos sentimientos de alegría que entonces.
Ojos como platos por el 911
La carretera a la casa número 309 es estrecha y está llena de baches. El Porsche Azul Miami llama la atención de todo el mundo – ya sean jóvenes o mayores, hombres o mujeres. Entonces nos damos cuenta de que lo más probable es que este complejo vacacional no haya visto nunca a un vehículo luciendo el orgulloso nombre del Porsche 911 Carrera 4 GTS. Si un coche así hubiera pasado junto a nuestra familia por aquel entonces, incluso nuestros ojos se hubieran quedado abiertos como platos.
Algo muy especial sucede a continuación: mi mirada de admiración por la ventana, dirigida al 911, se encuentra con dos muchachos. Uno de ellos es ligeramente mayor que el otro, y ambos están parados con asombro frente a la veloz máquina de Zuffenhausen. Y yo pienso para mí: casi podrían ser los Roser Brothers de hace 20 años. Dos cosas siguen siendo iguales – nuestro amor por este extraordinario lugar, y nuestro amor por los coches, que son más que un simple medio de locomoción.
Buscando el siguiente déjà vu
No pensábamos que nuestra visita al complejo de vacaciones de nuestra infancia se fuera a convertir en una búsqueda de momentos de déjà-vu, pero el “Gran Turismo Sport” te hace querer explorar más y más. Incluso con un límite de velocidad de 90 km/h, las serpenteantes carreteras hacen que sea un paseo emocionante – incluso si el clima danés sólo nos permite abrir el techo en raras ocasiones.
Numerosos ciclistas, desafiando al tiempo en su ropa funcional, reconocen el sonido único del 911 con un gesto de aprecio; el hombre de familia que nos encontramos a la entrada de la panadería sonríe cuando ve la llave del Porsche en mi mano. Es en esta panadería donde encontramos los mismos bollos de canela que solían endulzar nuestras tardes tras las dunas.
Mirando atrás con una sonrisa y una lágrima
Salimos de Bjerregaard con sentimientos encontrados. Estamos seguros de que, para nosotros, este lugar siempre será mágico. Al mismo tiempo, también sabemos que volveremos a la primera oportunidad cuando tengamos nuestros propios hijos. Sin duda habría espacio para suficientes juguetes en un Cayenne o un Panamera Sport Turismo. Hasta ese día, seguiremos persiguiendo nuestros sueños en coches deportivos de alta gama.
Los “Roserbrothers”
Solían jugar en secreto con la cámara de su padre; desde entonces, esta pasión se ha convertido, a través de una ruta algo tortuosa, en una profesión: bajo el nombre de “Roserbrothers”, Florian y Simon Roser dirigen una pequeña productora en Stuttgart, especializada en fotografía y cine. Tanto si están trabajando con coches deportivos como con mujeres hermosas, normalmente cuentan las historias en las que ellos mismos están interesados – historias que son dinámicas, coloridas y siempre cercanas a la vida real.
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