William Gilbert, filósofo y médico inglés pionero en el estudio científico del magnetismo, introdujo el término electricidad por primera vez en uno de sus libros en el año 1600.
En un coche la exclusividad es una cualidad que resulta especialmente atractiva. Sentarte donde pocos pueden y conducir un deportivo que está al alcance solo de algunos afortunados es una experiencia única.
Ferdinand Porsche dijo que “todo se reduce a no rendirse nunca”. Esta frase, ya mítica, refleja no solo la constancia y perseverancia de Porsche como marca, encierra la esencia de su paso por el mundo del motorsport.
“No ve el cielo negro y el mar encolerizado, no nota las tablas agitadas, y bien poco escucha ni atiende al lejano rumor de la poderosa ballena, que ya, con la boca abierta, surca el mar persiguiéndole.”
Aunque Porsche se fundó en 1931 en Stuttgart, no fue hasta la década de los 50 cuando surgió el escudo y lejos de la ciudad alemana. Cruzó el charco y llegó hasta Nueva York, cuando Ferry Porsche se reunió con Max Hoffman, uno de los mayores importadores de coches que operaban en esa época.
Aunque el Porsche 911 se daba a conocer al mundo en 1963, el concepto Targa apareció años después. El 911 estaba siendo todo un éxito y el Targa nacía de la necesidad de adaptación a los requisitos de seguridad que se exigían en Estados Unidos para los descapotables.