Sin la experiencia de marca de Porsche, proyectos externos como el diseño del motor TAG Turbo para el equipo McLaren en la Fórmula 1 o el desarrollo del primer RS de Audi jamás hubieran salido a la luz.
Una de las claves del éxito es recordar siempre de dónde vienes además de a dónde vas. No solo para tener siempre los pies en el suelo, sino porque en el pasado se encuentra en muchas ocasiones la inspiración para el futuro.
En el año 1995 Porsche lanzaba su primer 911 GT2, un deportivo absolutamente salvaje solo apto para valientes. Se diseñaba bajo la premisa de que pudiera competir en GT2, para lo que era necesario que también pudiera circular por carretera.
Septiembre de 1973. Habían pasado 10 años desde que Ferdinand Porsche diseñó y presentó en el Salón de Frankfurt el primer 911. Una década más tarde llegaba una de las generaciones más longevas, la segunda. La gran serie G llegó para quedarse.
¿Es posible detener el tiempo? Porsche lo ha intentado con uno de sus grandes clásicos. El Bergspyder 910/8 ha encontrado en la conservación a su mejor aliado y esta vez se ha dejado de lado la reconstrucción en pos de la autenticidad.
El Porsche 928 no solo es el famoso doble de sonido del Delorean de “Regreso al futuro”, o el coche de Al Pacino en “El precio del poder”, es también la semilla que dió lugar al Panamera más de treinta años después.