En 1948, Ferdinand Porsche fabricó el que fue predecesor del modelo más icónico de nuestra marca, el 911. El 356 nacía en ese año y su evolución tras años de victorias en carreras nos lleva hasta 1974, 26 años después de que el sueño de “Ferry” Porsche se hiciera realidad.
Cuando en 1963 Gerhard Mitter debutó en el campeonato mundial GP de los Países Bajos con un Porsche, no imaginaba que su relación con la marca llegaría a hacer historia.
La meta que Porsche persigue es siempre la de mejorar sin perder la esencia de lo que la marca representa.
Uno de los motivos por los que Porsche es una marca de prestigio y laureada es porque en sus inicios en la competición automovilística, la directiva de utilización de vehículos de pequeña cilindrada a los que se aplicaba una aerodinámica y peso reducidos, le permitían ser superior a rivales
Hoy en día las versiones GTS de Porsche están presente en toda la gama de modelos que comercializamos. Las siglas, corresponden a Gran Turismo Sport que deben su origen al modelo que vamos a tratar hoy, el Porsche 904 Carrera GTS.
El deporte de motor, motorsports o competición automovilística, fue gran parte de la imagen de Porsche desde sus comienzos. Actualmente es mucho más que imagen o publicidad, es parte de nuestro ADN o de nuestro alma.