Una de las claves del éxito es recordar siempre de dónde vienes además de a dónde vas. No solo para tener siempre los pies en el suelo, sino porque en el pasado se encuentra en muchas ocasiones la inspiración para el futuro.
Porsche
Las manos en el volante en una caricia casi eterna. Las ruedas girando bajo tus pies, frenéticas. El rugido del motor en tu espalda. Las curvas y la sensación de que el coche se pega al asfalto. Concentración máxima. Velocidad extrema.
Algunos de los deportivos más importantes de Porsche son los apellidados GT, pero cuando van acompañados de las siglas RS su inspiración viene dada directamente de la competición.
Porsche no solo es una marca de automóviles que derrocha deportividad por todos sus costados. Es una marca que apuesta por la sostenibilidad, la electromovilidad y sobre todo, por el sector del lujo.
En el año 1931 nació Porsche AG de la mano de Ferdinand Porsche. Lo hizo en Stuttgart, Alemania, un 23 de abril y con el nombre de Dr. Ing. h.c. F. Porsche GmbH, Konstruktionen und Beratungen für Motoren und Fahrzeugbau.
Desde que Ferdinand Porsche estableciera su estudio de ingeniería en Stuttgart en el año 1931 muchos proyectos de desarrollo para otros clientes han visto la luz.
Cuando hablamos de deportivos es inevitable que se nos venga a la cabeza la joya de la corona de Porsche, el 911.
El primer Porsche 911 GT3 se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra en marzo de 1999. Un deportivo que seguía los pasos del legendario 911 Carrera RS 2.7 de los años 70 y que nacía para encarnar todas las cualidades de un coche de competición. Era un coche de calle para circuito.
En el año 1939, antes de que el Porsche 911 deslumbrara con su elegancia deportiva o el Porsche Taycan revolucionará el mundo de los coches eléctricos, llegó el precursor del que posiblemente sea el coche más importante de Porsche, el 356 que a finales de la década de los 40 daba el pistoletazo d
La restauración de automóviles clásicos es en algunos momentos la oportunidad de descubrir piezas aún más únicas de lo imaginado en un primer vistazo. Es el caso del Porsche 356 Cabriolet que nos ilustra y que es una de las 394 unidades fabricadas por Porsche en el año 1953.
La primera carrera de la historia del automovilismo se disputaba en París-Rouen, el 22 de julio de 1894. Fue la primera competición de carruajes sin caballos y más de cien conductores se inscribieron.
En la última década, los mundos de la automoción y la tecnología se han vuelto prácticamente inseparables. Los coches están ahora equipados con multitud de tecnologías, pero son mucho más que simples ordenadores sobre ruedas.